En una apuesta por la vida, la Alcaldía de Medellín, en asocio con la Universidad Lasallista y la bancada animalista del Concejo, salvó la vida de 206 perros que sufrían Leptospira y que iban a ser sacrificados, como ocurre en la mayoría de países con los animales aquejados por este mal.
La historia empezó en abril de 2014, cuando se firmó un convenio con el mencionado centro de estudios para investigar la enfermedad, que aunque se trata con antibióticos, tiene efectos colaterales graves en los animales y en los humanos, a los que también se les contagia. El estudio confirmó que de 1.300 perros del Centro de Bienestar Animal La Perla, 206 sufrían la enfermedad y la opción era el sacrificio.
Pero cerrados los caminos, los concejales Álvaro Múnera y Mercedes Mateos, con apoyo de la Secretaria del Medio Ambiente de entonces -Ana Milena Joya- y el exdirector del Área Metropolitana -Carlos Mario Montoya- se opusieron y pidieron que se buscara una opción para salvarlos.
Esta la propuso la U. Lasallista, que inició un estudio con 30 ejemplares para aplicar un tratamiento que permitiera curarlos, sin tener que llegar a la eutanasia.
“Dijimos que Medellín siempre tiene que defender la vida, ya sea la humana o la de los animales y se inició el estudio”, comentó Múnera.
Tras varios meses de investigación, los resultados de la prueba fueron positivos: en diciembre se confirmó que los 30 ejemplares estaban curados. Se hizo otra prueba y el 23 de febrero se reveló que, efectivamente, los investigadores lasallistas habían logrado un tratamiento para curar la Leptospira sin efectos secundarios para los animales.
De inmediato, el mismo remedio se les aplicó a los otros 170 perros, que hoy gozan de perfecta salud y esperan ser adoptados.